Una vez más hemos asistido a la ceremonia de la confusión, las declaraciones de Lambán apostando por reabrir las aulas con “normalidad” el próximo curso han sido precipitadas e irresponsables. Es lo que a todos nos gustaría oír. Argumentando además, Javier Lambán, que basta con mantener un metro de distancia entre alumnos y no reduciendo las ratios actuales, subrayando que es inviable. Desde STEA-i consideramos que los criterios económicos en una situación como la actual no pueden ser los más importantes a la hora de tomar decisiones políticas. La ministra Celaá ha enmendado a nuestro presiente, recordando que la enseñanza presencial requerirá mientras dure la pandemia un distanciamiento social de 1,5 metros –según la evidencia científica publicada en diferentes estudios- y el uso obligatorio de mascarilla de no poder garantizarse esa distancia, por la agrupación de personas en espacios cerrados –caso de las aulas-. Finalmente, Lambán y el Departamento de Educación han desistido de su pretensión inicial, ante la enmienda de la ministra del ramo. Nos alegramos por dicha rectificación y confiamos en que sean más prudentes en el futuro.