GUARDERÍAS O CENTROS DE ENSEÑANZA

¿ESCUELAS E INSTITUTOS SON GENUINOS CENTROS DE ENSEÑANZA O SE HAN VISTO REDUCIDOS A MEROS LUGARES DE CUSTODIA DE MENORES?

La consejería de educación con la connivencia de las direcciones de las federaciones de AMPAs han generado un marco de debate sobre la “recuperación” de las clases el 11 y 12 de enero que elude la cuestión fundamental: las bajas temperaturas en el interior de las aulas inciden muy negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, se ha atribuido un consenso con los sindicatos sobre la forma de “recuperación” del 11 y 12 de enero, de la que STEA-i no forma parte.

Para STEA-i el problema no son dos días perdidos, el problema real son los muchos días que se van a seguir perdiendo en  la calidad de un buen aprendizaje, de continuar siendo las temperaturas dentro del aula entre 5 y 10 grados, con estrés térmico -uso de mantas en clase, etc.- la concentración necesaria para adquirir conocimientos y destrezas de aprendizaje se ve muy mermada. A la “pérdida” del 11 y 12 de enero en buena parte de la geografía aragonesa, se le pueden sumar el 7 y 8 de enero con aulas a 3 y 4 grados. Ventilar contra el coronavirus con temperaturas gélidas en el exterior, -por no haberse dotado a los centros de filtros HEPA y medidores de CO2, para no depender sólo de la ventilación natural- hará perder muchos días de genuina enseñanza, los centros se limitarán a la custodia de menores, ese es el problema real del que deben tomar conciencia las familias.

Como sociedad existe una deuda pendiente con la educación –literalmente-, estamos a más de un punto del 5 % de inversión del PIB en educación, que nos situaría entre los países con una financiación adecuada. En 2009 alcanzamos la mayor inversión en el sistema educativo, desde entonces cayó, pasando a una ligera mejora, pero en el momento actual no llegamos ni al 4 %. También existe una deuda importante con los servicios sociales y la organización de la asistencia a las personas dependientes, que son las cenicientas del Estado del bienestar. Sin ese colchón social, a diferencia de lo que ocurre en el grueso de países de Europa occidental, las escuelas e institutos pasan a suplir, en la medida de lo posible, esas carencias. Las mismas se agravan con una legislación que ofrece poca protección para faltar al trabajo a alguno de los progenitores en caso de necesidades sobrevenidas con su prole. Ante las carencias del Estado del bienestar o bien se buscan apoyos en el entorno familiar, o se hace uso de los centros de enseñanza: los colegios e institutos tienen para buena parte de las familias más una función de custodia de menores que de genuinos centros de enseñanza. A partir de ahí se genera una ideología que exige alargar el calendario escolar, critica las “excesivas” vacaciones del profesorado, exige un servicio de “madrugadores” más temprano, exige más actividades extraescolares o programas como “abierto por vacaciones” o la apertura de los centros los sábados para realizar actividades extraescolares.

Finlandia, el país líder en la educación mundial según los parámetros del informe Pisa –aunque cuestionado desde algunas instancias es el informe de referencia para los estados-, tiene un calendario escolar con más vacaciones, se dan menos clases a la semana, y mandar excesivos deberes está socialmente mal visto por interferir en la vida familiar. Es decir, que a los que mejor les va hacen exactamente lo contrario. Simplemente programan un calendario escolar pedagógico y planifican el tiempo del proceso de enseñanza-aprendizaje según su lógica interna, no tomando en consideración la “custodia de menores”, para eso han desarrollado un Estado del bienestar más robusto que el nuestro. Un horario excesivo o la falta de vacaciones hace más improductivo el trabajo intelectual del alumnado.

Como sociedad tenemos un serio debate pendiente: ¿escuelas e institutos son guarderías o centros de enseñanza?. Según la respuesta que demos nos parecerá del todo absurdo eliminar el carácter no lectivo el 18 y 19 de febrero en las provincias de Huesca y Teruel, o el 8 de marzo y 5 de abril en la de Zaragoza para “recuperar” el 11 y 12 de enero. No hemos perdido dos días, estamos perdiendo mucho más: la razón de ser de los centros de enseñanza.