
CON CINCO DÍAS DE RETRASO SOBRE LOS DEMÁS EMPLEADOS DE LA DGA EL PROFESORADO COBRA SU NÓMINA.
La Diputación General de Aragón (DGA) abonó el 22 de diciembre la nómina ordinaria, más la paga extraordinaria y el incremento del 1,5 % al conjunto de sus empleados, salvo al profesorado. Ya viene siendo una tradición navideña el desigual trato hacia el colectivo docente. Fruto, por un lado, del escaso peso político de nuestro consejero en el Gobierno de Aragón, y de la infradotación crónica del Capítulo I (personal) en nuestra Consejería.
Señales del agotamiento de la partida presupuestaria para el profesorado en la recta final del año se han venido dando: impago al personal lector de sus salarios desde el inicio de curso, llamadas desde los servicios provinciales a quienes disfrutan de permisos para que los suspendieran en las vacaciones escolares, ofreciendo reiniciarlos a posteriori y así poder cesar al profesorado interino, etc.
Los problemas “técnicos” aducidos para justificar el retraso, son un eufemismo para intentar ocultar la falta de dinero en el Capítulo I. Estos días, a toda prisa, ha sido necesario trasvasar capitales de otras partidas presupuestarias a la de personal. Un clásico en el final de cada ejercicio económico -coincide con el año natural- en la Consejería de Educación.
La diferencia con años anteriores ha sido un retraso más largo y el intento de disimular el origen real del problema. El grueso de la plantilla ha cobrado el día 27; sin embargo, no serán pocos quienes terminen recibiendo su salario el miércoles 28 de diciembre -dependiendo del banco donde tengan domiciliada su nómina-, una auténtica inocentada.
La falta de respuesta del profesorado aragonés a los continuos atropellos, permite que se instale una mala gestión en el Departamento de Educación.
Es necesario reaccionar o de lo contrario vendrán nuevas inocentadas: como el retraso, sobre el calendario recientemente aprobado, en la implantación de la reducción de horas lectivas.