STEA-i DENUNCIA AL GOBIERNO DE ARAGÓN

CONTAGIOS CON CONSECUENCIA GRAVE Y MUY GRAVE ENTRE EL PROFESORADO Y AUXILIARES DE EDUCACIÓN ESPECIAL

Hoy, 20 de mayo, STEA-i ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo evidenciando la falta de protección ante riesgos biológicos entre el personal esencial de educación con consecuencias graves y  muy graves en dos trabajadoras.

Hemos entregado una relación de 65 personas a las que no se vacunó por residir fuera de Aragón, pero que prestan servicio en centros educativos aragoneses, una de las mismas ha contraído la COVID-19 y ha sido hospitalizada.

Aunque se le consideraba trabajadora esencial no disponía de tarjeta sanitaria aragonesa, requisito exigido por el Servicio Aragonés de Salud, a nuestro juicio fuera de toda lógica, dado que tenía derecho a la vacuna en cuanto trabajadora esencial, no en tanto a su vecindad o edad. Es una situación que se ha dado entre muchos docentes que prestan servicio en comarcas limítrofes con otras comunidades. Desde nuestro sindicato se han relacionado muchos casos que se han transmitido a la Dirección General de Personal para buscar una solución. También se hizo llegar al “equipocovideducativo” el 15 de marzo la relación de 65 compañeras y compañeros, pero la burocratización del proceso ha llevado a la falta de respuestas eficientes o a su retraso en el tiempo. La maestra hospitalizada, se vio obligada a realizar trámites para lograr una tarjeta sanitaria aragonesa como desplazada y entre tanto, durante el proceso burocrático, contrajo la enfermedad.

El otro caso, ha terminado con una compañera auxiliar de educación especial en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las auxiliares, pese a tener un contacto estrecho con el alumnado, no eran vacunadas inicialmente. El Departamento de Educación proporcionó sus datos a la vez que los del profesorado, sin embargo el Departamento de Sanidad inicialmente no activó la vacunación del personal auxiliar. Tras una mejor coordinación entre Educación y Sanidad se activó su vacunación y al poco tiempo se suspendió la vacunación con AstraZeneca. Tras su activación con Pfizer y Moderna, tanto auxiliares como docentes no vacunados iniciaron el proceso y entre tanto han contraído la COVID-19 sin estar vacunados, con las consecuencias ya descritas.

Todavía es más sangrante que las dos compañeras que han sido  hospitalizadas prestan servicio en un Colegio de Educación Especial, el de “Segeda” en Calatayud. Según nos informa nuestra afiliación en dicho centro a inicios de mayo todavía seis trabajadores no habían sido vacunados contra la COVID-19, a pesar de desear ser vacunados y ser conscientes del mayor riesgo que corrían por trabajar prestando servicio en la educación especial. Concretamente cinco auxiliares de educación especial y una maestra. Tres han desarrollado la enfermedad. Dos, han requerido su hospitalización, una auxiliar de educación especial y una maestra. La auxiliar ha sido a su vez ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, dada su mala evolución. En el Segeda se dio un brote, que llevó al cierre de cinco aulas, a la hospitalización de dos trabajadoras, algún alumno y familiares.

Recordamos que el alumnado de los centros de educación especial no hace uso de mascarillas y que el contacto físico entre el mismo y con profesorado y auxiliares es muy frecuente dadas sus características.

Por todo lo anterior desde STEA-i hemos requerido la actuación de la Inspección de Trabajo para:

1. Su inmediata intervención para la investigación de los hechos y toma de  medidas para proteger a las y los trabajadores esenciales con domicilio en otras comunidades que prestan servicio en Aragón.
2. La investigación, y en su caso imposición de las sanciones que correspondan, de la manifiesta falta de diligencia en la vacunación de trabajadores esenciales en el Centro de Educación Especial “Segeda”, que prestando servicio en un centro con especial riesgo no han sido vacunados en su totalidad, cuando en otros centros con un riesgo potencial muy inferior se ha procedido a la vacunación de toda la plantilla que lo ha deseado – al menos con la primera dosis de AstraZeneca, o con las de Moderna o Pfaizer-.